LA MILONGA NUESTRA DE CADA SABADO

Esta vez quiero presentarles a unos de los grandes del tango tucumano, alguien que desde su lugar de tanguero aporta su granito de arena para difundir el tango. Estoy hablando de JULIO MAIDAN, o simplemente Julito como lo llaman sus amigos.
Desde hace ya varios meses, y con gran repercusión, Julito organiza una milonga en un patio, que esta ubicado al fondo de PIPO, una sandwichería céntrica, de calle 25 de Mayo 445, casi frente a la Facultad de Derecho.


-Porque esta milonga?

_Porque a Tucumán le hacia falta. Porque los amantes del tango no tenían un lugar en donde bailar. Si... hay otras milongas. Bah…pseudos milongas, porque para bailar un tango tenés que esperar que pasen primero los programas de cuartetos, cumbias, pasodobles y otros ritmos por el estilo que no son los que el tanguero busca.

-Cuales son tus expectativas son esta milonga?

-Bueno…seguramente no son las de hacerme rico (jajaja) Vos sabes: cuesta mucho hacerlo todo a pulmón.
Aquí en Tucumán los milongueros no somos tantos, nos conocemos y somos todos amigos. Todos tiramos para el mismo lado en esto que es el tango. Y es precisamente ahí en donde esta mi paga, en poder juntar a mucha gente, a muchos amigos con algo en común: El Tango.
Aquí en esta milonga no todos bailan como una maquinita como puede ser en un lugar súper tanguero como el salón CANNING en BsAs. Aquí si lo sentís hasta podés tirar un gancho.
Me parece bueno ver como alguien que esta dando sus primeros pasos se anima a salir a la pista y baila al lado de un tanguero viejo y experimentado en perfecta convivencia.
Todo lo que le dé vida al tango para mi es bueno.

Pero aún falta decir mas sobre Julito, además de crear esta milonga, es integrante del grupo NOCTAMBULOS 2X4, dedicado a la docencia del tango danza y la realización de shows y eventos, además de integrar el ballet de la fundación ATENEO DEL TANGO.

-Como ves al tango en Tucumán?

-El tango en Tucumán creció mucho, y lo comprobamos en otros lugares del país, como en nuestra participación en el CONGRESO NACIONAL DEL TANGO en la provincia de Córdoba en el 2006, donde fue revelación.
Provincias como Salta o Jujuy tienen una movida mucho mayor, pero Tucumán tiene una mixtura interesante, tiene canyengue, milonguero, tango nuevo. Ahí es donde se ve el amor que tiene la gente por el tango.
Yo comencé a bailarlo a los 33 años, hoy tengo 39, y comencé buscando un cable a tierra. Estaba muy estresado, necesitaba una actividad, debía decidir entre salsa, tango o un arte marcial. Justo entonces conocí gente que bailaba tango…y fue tango.
Comencé con alguien que enseñaba coreografías, a bailar cero, entonces, si no me ponían ese tango que yo había aprendido, y no lo bailaba con esa chica con la que lo había ensayado, no podía bailar.

Luego cambiamos un poco de tema, y Julito recordó un poco de su infancia y su relación con el tango, y como el tango le dio hoy un nuevo motivo para ser feliz.

-En casa se escuchaba tango, lo hacían mis padres y mis abuelos. Hay tangos que me recuerdan domingos calurosos, días se lluvia, o esos días fríos de invierno. Pero al tango lo descubrí realmente a partir de los 33 años.
Ahora como profesor de baile, coseché muchísimas anécdotas, pero lo mejor es la gente, los amigos, que van desde los 20 a los 60 años y puedo tratarlos como a mis pares.
Hoy estoy viviendo con mi novia, que la conocí bailando tango. Ella es mi mitad. ¡¡¡Y además baila tango conmigo!!! Lo más grande es eso: que me despierta muchas sensaciones. Salir a la pista con ella es... superior.